Descripción
En 1948 en una España arcaica y plena de ausencias, aislamiento, medidas coercitivas y miedo en la que solamente “Los Hijos de la Ira” de Dámaso Alonso había dado síntomas de vida más allá de las tinieblas, apareció un primer libro que su autor publicó a su costa con una cubierta de un casi desconocido Ángel Antonio Mingote.
La magnífica cubierta era una recreación del cuadro de René Magrit, “El modelo rojo” en la que se dibujan dos pies humanos, seccionados, y tratados como dos botas con sus cordones.
Tras la cubierta descubrimos una obra escrita con un lenguaje radicalmente original, de una valentía imaginativa fuera de lo común para la época y sin filiación de escuela precursora. Labordeta nos traslada un mensaje muy personal acerca de la tragedia de vivir. Su verso nace de una necesidad íntima, libre, sin ataduras de metro, rima o ritmos preestablecidos, fluyendo al dictado de su agitación interior.
El libro fue motivo de escándalo literario por lo singular de su acento surrealista que lo privó de una audiencia más amplia.
Con posterioridad la crítica ha sido unánime al interpretar esta primera poesía de Miguel Labordeta bajo la potente luz del influjo existencialista con énfasis predominante en la imagen enfocada con un lenguaje expresivo de amplios registros, elocución desbordada, verso libre y tono apocalíptico plagado de visiones cósmicas de raigambre barroca y romántica.