Descripción
Al inicio de la guerra civil, el Gobierno de la República a través de la Junta de Defensa y sus mecanismos de propaganda, se apresura a poner en marcha actividades culturales para demostrar normalidad en la zona republicana para dar a entender que la situación es optima y satisfactoria, lo que, sin duda, induciría a mejorar la moral de la gente. Así, pocos días después del levantamiento reunió a todos sus poetas proponiéndoles la creación inmediata, urgente, del Romancero de la guerra civil. Se quiere esgrimir la poesía como evidente fuerza comunicativa, tal y como si fueran invisibles armas bélicas. A la salida de este romancero se recibieron miles de colaboraciones en la redacción…
Contiene 35 romances de diferentes poetas, reconocidos, jóvenes autores, milicianos y «espontáneos cantores populares humanos e intensamente unidos por y contra la guerra», con una fuerza expresiva de hondo calado en la moral de combatientes y civiles. En el índice de los autores apreció el error de que Beltrán Logroño aparece dos veces, una como Logroño y la otra como Beltrán Logroño. Los poetas que intervienen son: Manuel Altolaguirre, Varela, Vicente Aleixandre, R. Beltrán Logroño, Herrera Petere, Luis Pérez Infante, Mariano G. Fernández, Pedro Garfias, José Bergamín, Rafael Alberti, Rafael Dieste, Antonio García Luque, Plá y Beltrán, Emilio Prados, Miguel Hernández, V. de Boda, Antonio Aparicio, Arturo Serrano Plaja, Ramón Gaya, Felipe C. Ruanova y José María Quiroga. El libro se divide en: Romances heroicos, burlescos, de moros, líricos, de la defensa de Madrid y varios.
Constituye, sin duda, el libro imprescindible de poemas de la guerra civil.
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