Descripción
Miguel Ezquerra Sánchez fue un militar español que tras combatir brevemente como voluntario en la División Azul cruzó la frontera con Francia por Irún para servir en unidades menores de las SS en misiones dirigidas contra guerrilleros españoles que combatían en la resistencia francesa. Los mandos alemanes, que habían llegado a la conclusión de que los problemas operativos y disciplinarios ocasionados por los voluntarios españoles se debían a que no formaban agrupaciones independientes con mandos propios, decidieron crear un cuerpo genuinamente español, por pequeño que fuera su tamaño, designando a Miquel Ezquerra a su mando. Así se creó una unidad de las Waffen-SS bautizada con su propio nombre (Einheit Ezquerra o Einsatzgruppe Ezquerra), que fue emplazada en Berlín para combatir en la defensa final de la capital alemana ante los soviéticos.
Las insólitas hazañas de Ezquerra se recogen en un texto autobiográfico que tituló “Lutei até ao fim” (Luché hasta el fin) escrito en portugués ya que fue editado por primera vez en 1947 en Lisboa, donde residió durante un tiempo para alejarse de la policía franquista. El momento político en el que el Régimen intentaba congraciarse con los vencedores dificultaba su publicación en España, así que la versión española bautizada con el título de “Berlín, a vida o muerte” no pudo ver la luz hasta finales de 1975
Dichas memorias han sido objeto de debate y rechazo, incluso entre quienes compartían su ideología.
Investigaciones exhaustivas sobre la Batalla de Berlín, basada en la documentación militar soviética desclasificada, han ignorado la presencia de españoles en el bando germano. La pérdida de los archivos alemanes no ayuda a confirmar o desmentir su relato y menos aun apoya su versión la peculiar personalidad del autor, atrabiliario, farfantón, con un desmedido afán de protagonismo que llegó a afirmar hechos tan difíciles de creer como que Hitler lo recibió en persona para otorgarle la Cruz de Caballero y la nacionalidad alemana, o que fue requerido por el general Krebs para acompañarle a parlamentar con el Estado Mayor soviético durante el cerco de Berlín.
Sin embargo, gracias al testimonio de supervivientes, hoy se da por seguro que la Unidad Ezquerra existió y que un puñado de españoles estuvieron entre los últimos pretorianos de la cancillería hitleriana