Descripción
La obra poética de César González-Ruano siempre se ha mantenido en un segundo plano en la consideración general de su bagaje literario y a cierta distancia de sus anécdotas vitales. Sin embargo, sus inicios con la literatura lo son como poeta, publicando en poco tiempo una decena de cuadernos, casi siempre en edición de autor, que luego se negaría a reeditar. Son versos y prosas que oscilan entre la decadencia del simbolismo tardío y las llamativas audacias del ultraísmo. “loa de Estirpes” es una obra que demuestra sus irreductibles anhelos aristocráticos y ese gusto por lo clásico y que magistralmente hacía convivir con sus afanes vanguardistas.
El Propio González Ruano califica a la obra como ejemplo de “poesías cortadas a la antigua manera, curioso retroceso a las viejas formas poéticas”. Versos escritos en cuaderna vía y castellano arcaizante que nacen de la frecuentación, a partir del año 25, de la tertulia bilbaína del Lyon d’Or y, de la amistad e influencia de escritores como Ramón de Basterra y Fernando de la Quadra Salcedo.
“Loa de estirpes” lleva un soneto de Alfredo Marqueríe fechado en Santa María la Real de Nieva, y otro de José María Alfaro «que envía desde la villa de Aguilar de Campoo», y una viñeta «que en honor del poeta compuso el licenciado Femando de Villegas Estrada».
Muy raro
César González-Ruano