Descripción
El trabajo literario de Teresa de la Parra se encuentra reducido a dos Novelas que le dieron el renombre: Ifigenia y Las memorias de Mamá Blanca. Sin embargo, escribió también algunos cuentos
Su obra se caracteriza por la combinación de una prosa muy culta y el uso del idioma criollo
En Ifigenia se plantea el drama de la mujer frente a esa sociedad que a caballo entre el siglo XIX y XX no les permitía expresar sus ideas ni elegir su destino.
La obra causó gran controversia. Por un lado las mujeres, que se vieron reflejadas en la heroína, por otro la iglesia, que vio un gran peligro revolucionario y por último los críticos, todos hombres, que se vieron insultados al ser calificados de ignorantes y que se hicieron acreedores del adjetivo al no captar el humor y la ironía que inunda la obra.
La anécdota más curiosa radica en el extraño subtítulo de la novela: “Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba”.
La explicación se puede obtener en la carta que Teresa de la Parra dirige a Miguel de Unamuno para responderle una carta anterior en la que quería saber la razón por la cual había escogido la palabra “fastidio” en lugar de haber utilizado la palabra “hostío”, que según su criterio, sonaba más castellano y más enérgico. Es entonces cuando ella le confiesa que la novela tenía un nombre “primitivo”, el de Ifigenia, y como subtítulo tenía originalmente el nombre de: “diario de una señorita que se aburre”. Pero a consecuencia de algunos fragmentos, publicados antes del libro y encabezados sólo con el subtítulo, se produjo un error y entonces publicaron “se fastidia” en lugar de “se aburre”. Aún cuando la autora era consciente de que la palabra “fastidio” no encerraba la descripción precisa del “hastío” al que ella se refería en la obra, no lo corrigió. Lo dejó así porque le pareció que esta palabra se encontraba mejor dentro del léxico venezolano: “La acepté pues como un venezolanismo, y corregí el libro de acuerdo con el nuevo título. No creía entonces que mi novela fuese más allá de Venezuela”
Teresa de la Parra