Descripción
Falangista de primera hora, fue amigo y camarada de Dionisio Ridruejo, José María Alfaro, Eugenio Montes, Tono o Alfonso Ponce de León. Provenía de una familia adinerada de Valencia, sin embargo, su trágica y complicada existencia conforman una peripecia vital digna de una novela alambicada
Ros fue compañero inseparable de Gómez de la Serna con cuya narrativa suele ser comparado y asiduo a la tertulia de Pombo,
El humor de Samuel Ros está en la vena del pesimismo radical de la picaresca, pero sus personajes no son pícaros, sino alucinados. El surrealismo se entremezcla con el romanticismo en estas páginas inolvidables. Todos los cuentos son destacables, pero por su carga simbólica, nos atreveríamos a recomendar el ¡Resucitarán!, donde se ve como el amor puede de un plumazo borrar hoces y martillos llenos de ansia asesina.
Como dijo Medardo Fraile “el humorismo de Samuel está hondamente preocupado. Hay en su prosa una mezcla rara, atractiva, de amor y desesperación, de ironía y ternura”.
Sin duda, un autor olvidado que merece una nueva oportunidad.
Samuel Ros