Descripción
Mujer que hizo historia por ser la primera en España en ejercer como perito químico.
La enfermedad de su hermano impedido, el escritor Andrés Cegarra, arrancó en María una afición por la literatura abonada por la amistad de algunos de los escritores e intelectuales más destacados de su entorno que formaban tertulia en su casa. Sin embargo, hasta la muerte de Andrés no se desató su pasión por la poesía. Entonces escribe el poemario “Cristales míos” que dedica a la memoria de su hermano y reconoce en una entrevista, que «después de morir Andrés, inmediatamente empecé yo a escribir. Antes no había hecho nada. Es posible que el haber elegido yo este camino de la literatura haya sido por prolongar la memoria de Andrés».
A partir de ese momento su universo literario, en el que ciencia y poesía conviven de modo prodigioso, es de una singularidad y sencillez que conmueven.
La obra fue escrita a base de cortos párrafos en prosa y fue calificada como poesía pura plena de precisión, con un importante nivel de abstracción; resaltando, asimismo, el gran acierto en la combinación de poesía y química.
Su poesía es humana, profunda, de exquisita verbalidad pero despojada de preciosismo.
Una autora que conviene recordar