Descripción
La fascinación por el cine, las teorías de Freud, las ideas mallarmerianas, las proposiciones poéticas de Shelley, las metáforas de André Bretón y Góngora y la lectura personal que Peña Barrenechea hace de El Cementerio marino de Valery son algunos de los temas y pensamientos que se confrontan en el libro. Aun así, Peña no menciona ni hace ninguna referencia directa al cine más allá del título, aunque la estructura del texto, que se divide en 29 fragmentos en prosa, bien podría funcionar como escenas de una película. En estos segmentos la realidad cambia sin tregua debido a que los objetos mutan su forma, encadenándose en una serie de asociaciones entre campos semánticos opuestos.
En Cinema de los sentidos puros predomina la sensación de asombro de un yo poético rebasado por la experiencia del descubrimiento propio. Uno de sus temas recurrentes es la sensación de soledad que asume para expresar su discurso. En este sentido es interesante rescatar la imagen de isla como metáfora del sujeto. Los poemas se producen desde un aislamiento a partir del cual se experimentan diversos sentimientos asociados a la incomunicación. El discurso poético se traduce en una voluntad por advertir estados dolorosos como resultado de la falta de conexión del yo con los otros hombres y con el objeto de deseo.
Un poemario singular que encabeza la nómina de la acreditada vanguardia peruana.