Descripción
Ildefonso-Manuel Gil es uno de los máximos representantes de la Generación del 36 o de la República. Su poesía se mueve entre la conciencia social y la preocupación por el acto poético como salvación a través de la memoria. Colaboró en periódicos como La Voz de Aragón y Luz, y fue cofundador de revistas literarias como Brújula (1932), con Ricardo Gullón y Julio Angulo, y Boletín Último, también con Gullón y con Martínez Juárez. En Zaragoza editó, junto a Antonio Cano y Tomás Seral, Noroeste (1932-1936), uno de los núcleos más sobresalientes de la vanguardia aragonesa, en el que colaboraron los maestros del 27, y dirigió la revista Literatura (1934), en la que empezaría a definirse el núcleo aglutinador del 36, formado por el propio Gil, Gullón y Azcoaga, y donde participarían también José Antonio Maravall, los hermanos Panero, Serrano Plaja y María Zambrano.
Sus obras iniciales, Borradores (1931) y La voz cálida (1934), marcadas por el magisterio de García Lorca y Pedro Salinas, se caracterizan por los rasgos vanguardistas, desde los que evolucionaría, tras la Guerra Civil, hacia una lírica existencial con fuerte componente social.
Como curiosidad debemos resaltar que la presente obra fue costeada por su madre aunque la dedicatoria vaya dirigida a su padre y a su hermana Victoria.
Ildefonso Manuel Gil